Un romance seductor y retorcido sobre la lealtad, el destino, lo que estamos dispuestos a hacer para ocultar las partes más oscuras de nosotros mismos… y las personas que adoran esas partes por encima de todo.

Wyatt Westlock tiene un plan para la granja que acaba de heredar: quemarla hasta los cimientos. Pero durante su recorrido final por la casa de su infancia, descubre algo sorprendente en el sótano: a Peter, el chico que alguna vez consideró su mejor amigo, encadenado y abandonado a su suerte.

Wyatt no lo sabe, pero Peter ha muerto cientos de veces en una serie de rituales que se han llevado a cabo en la propiedad de su familia. Al ser semiinmortal, nunca permanece muerto durante mucho tiempo, pero tampoco puede vivir. No mientras esté atado a la granja, atrapado en un ciclo de muertes horripilantes y renacimientos dolorosos. De hecho, solo hay una manera de liberarse: tiene que acabar con la línea familiar de los Westlock.

Tiene que matar a Wyatt.

Ahora que los padres de Wyatt no están, los hechizos que protegen la propiedad se están deshaciendo poco a poco, mientras que unas fuerzas antiguas y oscuras se reúnen en el bosque cercano. La única forma que tiene Wyatt de reparar las barreras es trabajando con Peter, la única persona que sabe cómo sacar partido de su magia volátil. Pero ¿cómo puede confiar en un chico que ha jurado destruirla? Cuando el pasado llega para atormentarlos del modo más inesperado, se ven obligados a depender el uno del otro para sobrevivir; de lo contrario, corren el riesgo de destrozarse mutuamente.

«Andrew (autora de Susurros en la oscuridad) aborda los dilemas de los protagonistas con madurez y complejidad, y este relato gótico destaca por su maravillosa y exquisita escritura». —Publishers Weekly (reseña destacada).